Comencé mi terapia hace algo más de 10 años, atravesando un duelo por una ruptura de pareja. Desde el principio encontré un terapeuta cálido, empático, abierto y llano en el diálogo. Su forma de llevar la sesión, incluso con humor, la hace dinámica y a la vez profunda y movilizadora. Durante estos años, gracias también a su mirada práctica, pude tomar decisiones concretas de cambio en mi vida, en lo personal y profesional. Me fortaleció para superar miedos, establecer límites, y para quererme más y mejor. Valoro, también, la confianza y libertad que siempre me dio para tomarme algunos tiempos sin terapia, o para espaciar las sesiones, según mi necesidad. Lo he recomendado a otras personas, y siempre las devoluciones han sido excelente. Le estoy muy agradecida, es un gran terapeuta.

BEATRIZ ALVAREZ

En terapia pude encontrar y confrontar con pensamientos complicados, verdades inconvenientes y reflexiones necesarias. En todo este tiempo, desde que empecé a hablar, pude reflexionar sobre mi actitud acerca de mis motivaciones, del automatismo de mis reacciones conmigo mismo, con mis seres queridos y con mi entorno. Empecé el proceso tan especial y fundamental que es conocerse más y mejor. Y puedo decir con seguridad que no siempre es agradable e indoloro pero que a la vez estoy aprendiendo a valorar el proceso de construcción y que el resultado no tiene un tope ni una fecha, sé que no es algo variable ya que mientras me conozco también estoy cambiando. Además, actúa en diversos frentes terapéuticos, siempre proporcionando la oportunidad de reflexión y crecimiento.

SAMUEL SOUZA KUNSTER, (BRASIL)

No es una terapia convencional. En las sesiones hay una escucha profunda, se adapta a tu estilo, y te da ejemplos tanto de su vida como de cosas que aprendió de una forma que te llega. En mi caso es a través del conocimiento. Nunca había escuchado que te recomendé pausar, meditar, ir a ver patos y que te diga que te jodas y aceptes las cosas porque no hay a donde ir. Estaba encerrado en mi casa, trabajando freelance, sin exponerme y con una caparazón qué no me permitía darme cuenta que sentía. Ahora tengo muchos amigos, mejor relación con mis padres. Me doy cuenta más seguido de lo que siento y soy VP, Marketing para un startup unicornio con 80 personas en mi equipo, no hubiera podido estar como estoy sin la terapia. Fue transformacional para mi vida.

MARTIN GONTOVNIKAS, (SAN FRANCISCO)

Yo empecé terapia por una crisis emocional pero después me di cuenta de que no era tan grave gracias al trabajo que realizamos con mi terapeuta. Después aprendí que es una herramienta que hay que tener en cuenta para diferentes situaciones. No hace falta llegar a una crisis, porque se puede aprender a vivir mejor, en mi caso a disfrutar más de un montón de cosas. A desestructurar un poco. Yo tengo mi camisa, mi traje, pero hay que sacarlo a veces y eso se aprende porque nadie te lo enseña. Empecé cuando tenía 21 años, ahora tengo 34 y un poco menos de pelo pero mucha más experiencia y se vive mejor. Así que muy contento y seguiré yendo a terapia ya que es una muy buena experiencia que no voy a dejar.

JUAN JOSÉ HIRIART